Sexting: ¿seguro?

Sexting

Hace algunos días vi un programa de TV en donde varios adolescentes comentaban su opinión sobre el sexting. A decir verdad, no me sorprendió la conclusión de la mayoría de los entrevistados: el sexting es divertido y muy personal, dado que “cada quien decide qué hacer con su propio cuerpo”. Así supe que tenía que escribir sobre este tema.

A todos nos interesa el sexo. Es una parte indispensable y muy importante de la vida humana. A través de la historia de los medios de comunicación, los seres humanos hemos intercambiado diversos mensajes de contenido erótico. Antes era por carta y ahora es a través de teléfonos celulares o por Internet.

Eso es el sexting. La palabra es un anglicismo (sex-texting) y por definición es el envío de contenidos de tipo sexual (texto, fotografías y/o videos) tomados o escritos por los propios remitentes, enviados a otras personas a través de computadoras o de dispositivos móviles.

Esto puede sonar estimulante y muy atractivo, sobre todo para los jóvenes que traen las hormonas a todo lo que dan y muchas veces no saben de qué manera atraer al chico o chica que les gusta. Sin embargo, este fenómeno tiene todo el potencial para convertirse en algo peligroso.

Los adolescentes proporcionan información íntima que pudiera atraer a potenciales abusadores, acosadores y explotadores sexuales.

Algunos sextean por romance, coqueteo o para ganar popularidad.  Pero otros lo hacen por presión de amigos, para cobrar venganza o para chantajear a alguien, fenómeno conocido como sextorsión.

Los adultos también lo practican. Una encuesta realizada en febrero por la firma estadounidense de antivirus McAffe, señala que una de cada 10 personas implicadas en una ruptura sentimental amenazó a su ex pareja con publicar fotos comprometedoras online (en venganza por la separación) y 60% lo cumplió.

Nos guste o no, el sexting está en completo auge y habría que estar informado para tomar las debidas y necesarias precauciones. El principal riesgo para menores y adultos radica en que el material puede ser difundido fácil, amplia y rápidamente a través de Internet, poniendo a los remitentes originales en situaciones embarazosas y de verdadero peligro.

Al practicar el sexting, los adolescentes proporcionan información íntima que pudiera atraer a potenciales abusadores, acosadores y explotadores sexuales. Aunado a esto, podrían convertirse en víctimas de humillación, extorsión y cyberbulling.

Amanda Todd

Un claro ejemplo de esto fue el caso de Amanda Todd, una joven canadiense de 15 años que se suicidó debido al ciberacoso del que fue víctima a través de Facebook. Todd publicó en un video que subió a YouTube su experiencia (a través de tarjetas didácticas) al ser perseguida, chantajeada e intimidada por un hombre, al que ella misma había enviado una foto de sus pechos desnudos.

Un hombre con quién Amanda chateo en algún momento la chantajeó y amenazó con exponer ante sus amigos una foto de ella con los pechos desnudos a menos de que Amanda le hiciera un «show» privado. Amanda se negó y el individuo en efecto cumplió su ultimátum.

A raíz de la publicación de su imagen en Internet, Amanda experimentó ansiedad, depresión y trastorno de pánico. Hubo varios cambios de escuela y hasta de ciudad para apoyarla, pero el sujeto la encontró y persistió su acoso por años. Amanda comenzó a consumir drogas y la situación se agravó, hasta que el 10 de octubre de 2012, Todd resolvió quitarse la vida.

Sexting adolescente

La moda se vuelve un tema de alarma, dado que el sexting es amplia y principalmente practicado por adolescentes. La asociación mexicana Alianza por la Seguridad en Internet (ASI) realizó una encuesta a más de 10,000 estudiantes de cuarto de primaria a tercero de secundaria, de los cuales 85% tenía entre 12 y 16 años.

Los resultados revelan que 8% de los jóvenes encuestados reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o a extraños. El 36% dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de este tipo y 10% comentó haber enviado mensajes de texto con insinuaciones sexuales.

Riesgos del Sexting

En ocasiones los usuarios se sienten a salvo al enviar fotos o videos eróticos por SnapChat o Wickr, pues estas aplicaciones prometen que la imagen se borrará unos segundos después de que el destinatario la reciba.  Sin embargo, existe la posibilidad de que el receptor tome una foto de la foto o realice un screen shot antes de que ésta desaparezca de la pantalla.

El video parece ser lo de hoy en las redes sociales y esta tendencia fomenta de alguna manera que se extienda la práctica del sexting. Ejemplo de esto es la aplicación Vine de Twitter, con la cual los usuarios pueden compartir videos de breve duración. En sólo cinco meses, la aplicación ya contaba con 13 millones de usuarios registrados.

Vine

Además de los riesgos en las redes sociales, ahora existen sitios en Internet dedicados a la pornografía amateur, donde se presentan fotos y videos de cientos de mujeres semidesnudas que no muestran el rostro. Si bien esto ayuda a proteger su identidad, las participantes tienen que enviar junto con sus imágenes una dirección de correo electrónico válida, dato que se podría utilizar para ubicarlas físicamente.

En este tipo de páginas web, cualquiera que así lo desee puede enviar sus imágenes eróticas. Las empresas que las manejan lucran y sacan provecho del exhibicionismo cibernético que algunos jóvenes gustan de practicar. Aunado a esto, no tienen manera de autentificar que quienes envían las fotos sean mayores de edad. Me parece que el tema les importa poco.

El sexting no va a desaparecer. Es una de las consecuencias de la era digital en la que ahora vivimos. La mayoría de los adolescentes crecen y se desarrollan en este nuevo entorno y por lo tanto necesitan tener la información indispensable para enfrentarlo.

Mi principal recomendación es que los padres de familia hablen con sus hijos sobre el tema de forma clara. Así sabrán de antemano las amenazas y los peligros que el practicar sexting conlleva.

Considero también que debemos poner más atención a las formas en que la tecnología modifica la vida cotidiana y nuestro comportamiento en todos los aspectos, incluso en el sexual.

McAffeePoll

Y para finalizar, aunque muchos adultos se sienten a salvo al practicar sexting con su pareja romántica, podrían ser más cuidadosos. En el mencionado estudio de McAfee, algunos encuestados dijeron estar muy dispuestos a publicar datos privados de sus parejas si éstas les mienten (54%), los engañan (40%), terminan su relación (26%) o cancelan la boda (14%).

 




There are 13 comments

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  1. Edyam Rdz

    Me pareció muy atinada la analogía que se hace con las formas antiguas de manifestar la sexualidad a través de cartas. El tema me agrada como para ahondar más en esas formas de expresión.

  2. Carlos Villaseñor

    Ojalá nuestros hijos lean este artículo
    La apertura en cuanto a medios de comunicación y la falta de controles en el acceso a la información en internet ponen en riesgo la vida de nuestros hijos tentados a descubrir nuevas y desafiantes experiencias en cuanto a su sexualidad se refiere
    Hablemos del tema con ellos, expongamos los riesgos y demos pauta a que sus acciones sean razonadas antes de cometer alguna acción que los ponga en peligro
    Felicidades por el articulo!!

  3. Maribel Rodríguez

    Me has abierto los ojos a un tema que ni siquiera había considerado, aún cuando a uno de mis hijos (de 14 años) le encanta enviar mensajes cariñosos en exceso a su novia via FB. Me sentaré a hablar con él, tal y como recomiendas. Quien sabe…. tal vez aprenda mucho más.

  4. Ulises Zamorano

    Claro que como padres es obligado hablar con ellos sobre este tema, somos quien les permitimos y les damos los medios para estar al día con la tecnología, junto con ello advertir los riesgos que conllevan estas, el uso adecuado para el que fue creado es preciso mencionarlo como si fuera un manual al que tienen que segui. Concientizar a los educadores hacer lo mismo ya que hoy en día se realizan tareas que ocupan herramientas como estas, para trabajar en presentaciones, apoyo etc.

  5. Imelda Trejo Llanes

    como siempre, muy interesante y bien documentado, uno utiliza la tecnología de muchas formas, pero es impresionante como otros grupos, adolescentes en este caso, tienen sus propios usos sui-generis. Es importante advertir los riesgos, y tu articulo es una buena llamada de atención.

  6. Guillermo Velázquez

    La intimidad de las personas podría agruparse en 3: su cuerpo, su lenguaje, su casa. Cada uno de ellos es usado para comunicar cosas muy cercanas y personales y no cualquiera debería verlas. El problema es que las redes sociales no tienen límites ni guías de uso, por lo que hacemos, decimos o publicamos cosas sin pensar en las consecuencias de ello. Es decir, no permito que un extraño entre a mi casa por la puerta, pero dejo que cualquiera vea el interior de mi casa por fotos, permito que lean el cómo me expreso y dejo que puedan verme en posiciones, lugares o con ropa que no a cualquiera se lo permitiría en persona.
    Como adultos y como padres, como bien dices Sandra, es nuestro deber hablar con los mas jóvenes y hacerlos reflexionar sobre lo que dejarían ver y saber, por ejemplo, a un vecino y lo que no y debemos además ser un ejemplo del uso correcto de la red. De lo contrario, las consecuencias podrían ser cada vez más drásticas y negativas.
    Te felicito por tu texto. Enriquecedor como siempre.

  7. Roberto Zundel

    Con la globalización se han eliminado las barreras de tiempo y espacio, permitiendo con esto que las empresas y las personas puedan incursionar en mercados que anteriormente eran inalcanzables, establecer nuevos contactos con amigos, conocer los principales productos que se comercializan en cada país, etc…
    Sigue así amiga excelente articulo ya que el tema me encanto, saludos.


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