“Me gustaría que la gente olvidara que lo que está viendo es arte, y pensara que es vida”. —Christian Boltanski
La cautivante puesta en escena de la compañía de danza contemporánea, Inside de Body —dentro del cuerpo—, titulada Firdus (jardín o paraíso), ha presentado una temporada más, nuevamente con éxito, en el Teatro el Milagro (Milán 24 Colonia Juárez). Ambas, la compañía de danza así como la obra, son creación de la mente de Aladino R. Blanca; artista contemporáneo con una extensa formación como intérprete del cuerpo y coreógrafo que además ha participado con varias compañías foráneas en países de Europa y de América del sur.
“Una pieza de danza contemporánea con música en vivo que conduzca al paraíso, fue la idea desde el dos mil once” dice él.
Si al morir, las ánimas que habitan los cuerpos de las personas tuvieran que ir a una sociedad de almas, antes tendrían que pasar por una purificación psicológica —espiritual. Éstas tendrían que despojarse de toda emoción humana que les ancle a las inseguridades, miedos, pasiones y placeres terrenales. Aunque éstos, son las nociones compartidas que constituyen la experiencia humana.
Foto: Miguel Ángel Covarrubias
Lo anterior es la premisa fundamental que se desprende del discurso lateral del artista creador de Firdus. En el escenario todo es todavía más abstracto. Para cuando entra la audiencia, los intérpretes ya están en el escenario, y apenas al sentarse el público empiezan la confusión y el desorden de las almas que tienen que purgar sus emociones primigenias para dar paso así a la complementariedad de sus almas. Sus cuerpos rodeados de una imaginería surreal se abren paso por un entorno de desolación. Sus cuerpos son poderosos, y a la vez frágiles; pero también son la fuerza propulsora dentro de un espacio en el que raramente parecen estar fuera de lugar. Algunos, con una mirada transfigurada, miran a través de ti con un discordante sentido de vulnerabilidad. Otros están felizmente perdidos en su estado “feral”[1] que es quizá como Aladino quiere que estén.
Firdus es de esas piezas de arte contemporáneo que te dejan más preguntas e inquietudes que sensaciones de sosiego. Luego de asistir a las funciones del lunes 27 de enero y el martes 4 de febrero, decidimos acudir a Aladino R. Blanca para conversar directamente con él sobre la obra.
Foto: Miguel Ángel Covarrubias
(DAAD) La crítica Vivian Mercier alguna vez dijo que la obra “Esperando a Godot” había: “logrado una imposibilidad teórica—una obra en la que no pasa nada, pero en la que la audiencia está pegada a sus asientos”. En ese sentido Firdus logra cautivar a la audiencia sin recurrir a los diálogos y transmitiendo únicamente sus elementos identificables a través de la música, la danza y otros recursos plásticos. ¿Crees que la interpretación de una manifestación artística como la danza es un ejercicio personal o colectivo?
(Aladino) Creo que todo artista y creador utiliza las artes para expresar su pensamiento o inquietud personal, de alguna manera las artes y las ideas nacen desde el individuo (personal) para conectarse a una sociedad, y es ahí, cuando el arte toma sentido y valor al intentar reflejar, expresar y cambiar pensamientos desde lo personal a lo colectivo.
Foto: Miguel Ángel Covarrubias
¿Importa si el espectador interpreta algo distinto a lo que el creador tenía en mente?
El arte contemporáneo es interpretar con libertad lo que tenemos enfrente de nosotros como espectadores. Lo que planteo en nuestro trabajo de manera contemporánea es una serie de imágenes y momentos [en los] que el espectador pueda hilar o darle su significado según sus experiencias vividas. Es donde dejo de lado el teatro Aristotélico donde es claro el rol de cada personaje y este teatro nos dice qué pensar y qué entender ya que su estructura es tradicional. Uno de los objetivos principales del teatro contemporáneo es su estructura; ¡es precisamente dejar que el espectador se convierta en el dramaturgo de lo que ve! Entonces puedo afirmar que para mí es importante que cada individuo signifique mi trabajo de manera distinta sin perder la escénica de lo que pretende cada escena.
Foto: Miguel Ángel Covarrubias
Como mencioné, hay elementos identificables en Firdus (violencia con armas de fuego, sufrimiento, angustia, agonía, compasión, ansiedad) e incluso en un momento de la obra del lunes 27 dos actores/intérpretes/bailarines se besan a través de un pedazo de tela, casi simulando la pintura «Los Amantes» de Rene Magritte (aunque no se vio esto el martes). ¿Cómo fue la integración de estos elementos mediante el uso de la música de Jesus on Dope, los bailarines, y el resto de elementos plásticos que se ven en escena?
Para contestar esta pregunta debo recurrir al epistemologo y poeta francés Gaston Bachelard. En el libro de “El aire y los Sueños” él dice que las imágenes y los elementos que se utilizan en una acto creativo deben darle alas a la imaginación de los espectadores. Si en lugar de esto las imágenes y los elementos utilizados no hacen más que cortar las alas de la imaginación de los espectadores entonces la idea NO es una idea creativa. Desde este pensamiento de Bachelard, todo lo que aparece en escena—tratamos de darle un sentido a toda la integración de los elementos visuales que se muestran en la obra de Firdus. Haciendo que cada elemento que aparece en la escena sea mas allá de su primer significado. Musicalmente de la misma manera se trabajó con parte de la banda de Jesus on Dope haciendo que la música generara en algunos momentos mas ambientes que ritmos.
Foto: Miguel Ángel Covarrubias
Platícanos sobre el estilo de danza que has desarrollado y sobre la coreografía de la obra. ¿Cómo ha sido para ti el transmitir tu idea y visión a los bailarines/intérpretes?
En gran parte me ha sido fácil ya que la gente que trabaja conmigo es más ser humano que artista. [A] ellos los he elegido por su nobleza y sus ganas de crear. Toda las persona que hacen que esta obra de Firdus viva han seguido mi trabajo antes de estar aquí, entonces ya tenían una idea de lo que es estar en Inside the Body.
¿Hay alguna razón en particular que hizo que el número de bailarines en la obra de FIRDUS del martes 4 de febrero fuera menor a la del lunes 27?
Lamentablemente una intérprete se lesionó y tuvimos que resolvar esa función [de esa manera].
Creo que en Firdus hay un interés en las respuestas emocionales, las muy sutiles respuestas que ves en el comportamiento físico de las personas ante determinadas circunstancias. ¿El desnudo bajo la luz del estroboscopio es la cúspide de todas estas emociones?
Sí, esta parte de la obra hace renacer la pieza para su final.
También noté que en la segunda presentación a la que fui fue un varón, y no una mujer, quien realizó el desnudo.
Sí, ¡un hombre tuvo que suplir a la chica que se lastimó!
Foto: Miguel Ángel Covarrubias
¿La conclusión de la obra es la purificación de las almas que han tenido que pasar por ese purgatorio emocional que es Firdus?
La obra es simplemente la liberación de uno mismo, de sus propios demonios en pensamiento y acción. Es poder ser libre por lo menos en los sueños y al pasar por todo lo que significa purificar el “ser” llega la esperanza—escena final de la instalación con los hilos.
A Firdus le queda una última presentación: el martes once. Apoyemos al arte mexicano con presentaciones de excelente calidad como ésta.
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[1] Palabra anglosajona que viene del latín medieval, ferālis, que quiere decir: bestia salvaje.
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