Todo por obtener un like o un retweet.
El año pasado, en un estudio llevado a cabo por Sauvik Das y Adam Kramer, se analizaron 3.9 millones de cuentas en Facebook donde se concluyó que el 71% de los usuarios se censuraba a si mismo antes de publicar un status. Es decir, se editaba el texto hasta que se sentía adecuado a la audiencia objetivo.
La analogía inmediata nos lleva al comportamiento de los medios de antes, en vez de ser una nueva forma de expresión, los usuarios aplican la censura de la que antes se quejaban. Es probable que para muchos esto no sea novedad, pero puesto de otra forma, el medio social se hace menos social para aparentar o representar otra realidad.
Otro estudio en la universidad de Fairfield, reveló que tomar fotos con el móvil o la cámara digital todo el tiempo durante un evento, impide que la gente ponga atención suficiente y por consecuencia recuerde mucho menos. Los investigadores analizaron varios grupos de estudiantes al visitar un museo. Al primero le permitían tomar fotos, al segundo tomar notas. Los primeros casi no recordaban lo que habían visto si no veían su celular, los que tomaron notas recordaban casi todo.
Los estudiantes que usaron “zoom”, recordaban un poco más, probablemente porque el zoom permite enfocarnos en algo que nos interesa en particular, en vez de hacer una simple captura.
Linda Henkel, otra investigadora, subrayó que la excesiva cantidad de fotos tomadas y la falta de organización de las memorias personales, desalienta a la gente a revisar sus fotos. Henkel dice “para recordar, tenemos que acceder e interactuar con las fotos, no solo acumularlas”.
Para recordar, tenemos que acceder e interactuar con las fotos, no solo acumularlas.
2013 también fue el año en que la información se volvió la inmediatez absoluta y al mismo tiempo desapareció la noción del final. Es decir, la importancia de los medios se concentró en una producción masiva de información, cuentas de Twitter aventando noticias sin parar, dando como resultado menos interactividad y más consumo. En otras palabras, pensemos en productos culturales, obras de arte y las personas que las usan como incompletos, sin final, productos inacabados.
Hablamos de un escenario de medios sociales en donde la gente comenzó a acostumbrarse a no leer nada con calma, a no dar más de 2 minutos a una buena nota y a los medios creando literalmente basura para obtener todos los likes posibles.
Luke O’Neil de Esquire lo hace notar aún más, al mostrarnos que el fenómeno de producción de contenido viral terminó afectando a varios de los mejores sitios y articulistas en Estados Unidos. Sitios como Huffington Post, BuzzFeed y hasta Washington Post, cayeron en historias y fotografías falsas. Es decir, no solo se trató de desconocer la fuente y propagar información falsa, sino de llegar a ser autores de la nota, o en el último de los casos, saber que la nota era falsa, que lo que habías publicado iba a seguir generando tráfico, y que eso es lo importante, la fe de erratas solo se da para mantener al público tranquilo (y posiblemente solo a aquel que lee bien).
O’Neil destaca que varios de los mejores autores en los diferentes medios, a razón de sobrevivir y tener más trabajo, han terminado siendo parte de esta maquinaria de notas y artículos virales que simplemente van rellenando el internet para generar tráfico, sean útiles o no, sean ciertos o falsos. Se confiesa incluso cierta adicción casi enferma a los likes y los retweets. Esto no es un defecto en el sistema — señala — Es el sistema. los lectores son crédulos, los medios irresponsables, la basura circula y todo mundo queda contento y satisfecho.
Los lectores son crédulos, los medios irresponsables, la basura circula y todo mundo queda contento y satisfecho.
Vivimos un momento en que la gente ya no quiere pagar por nada. El resultado es un tanto obvio, las compañías no tienen dinero para pagar contenido original. Probablemente esto no es nuevo, pero en 2013 se desbordó todo, producción masiva de notas que deben salir rápido reduciendo en proporción la paga (y la calidad) del contenido. Y aquí destaco… no masivo como en los medios tradicionales, no, masivo como en la proporción del mismo internet, ese río infinito de “información”.
Aún cuando diversos estudios han determinado que sólo el 2% del tráfico en los sitios lo traen las redes sociales, es decir, aún cuando el 47% del tráfico viene de buscadores, los medios están determinando la calidad del internet que navegamos, basados en lo que demanda un 2%. Absurdo ¿cierto?
La repercusión de esta competencia por el tráfico termina en lectores que se acostumbran a un nivel mucho menor en los artículos y a una desvalorización de los mismos. La palingenesia de la mierda. El lector promedio ya no percibe gran diferencia entre un artículo de la BBC o de Huffington Post, todo lo que importa es cuánta gente lo comparte.
Por eso me atrevo a decir, sin exagerar, que en esta obsesión de llegar a esa cresta de popularidad, los medios han traicionado la confianza del lector, al mismo tiempo que los estándares del contenido han bajado y por consecuencia los del público, todo, por obtener un like o un retweet.
Tristemente estoy completamente de acuerdo con el artículo, ahora lo que "venden" son los encabezados que al final son los que consiguen que una nota se comparta… En muchas ocasiones ni siquiera se abre el link para leer el artículo, basta con que el encabezado nos de una breve explicación para que el "lector" sienta que ha recibido la información.
Hola Abelardo.
Estoy de acuerdo con gran parte de lo que mencionas, sin embargo hay un dato errado que complica tu cuestionamiento final. En la empresa en que trabajo tenemos como clientes a importantes medios chilenos de radio, TV y prensa, en sus versiones web. Actualmente hasta la mitad del tráfico de varios de ellos proviene de las redes sociales. En todos, el tráfico desde buscadores ha ido perdiendo relevancia frente a el derivado de redes sociales.
Lo que quiero decir es que no es absurdo que los editores y periodistas apunten a ese tipo de contenido si quieren obtener más tráfico.
Estoy completamente en desacuerdo. El problema de los medios de comunicación es viven en su mundo, complaciente o discrepante con el poder, y hablan de cosas que a la mayoría no nos interesan. Frecuentemente escogen un tema y lo promocionan, dándolo una importancia que no tiene.
El 99 % de las noticias que un medio pone en portada, y desarrollan ampliamente, no me interesa más allá de una reseña, en cambio las redes sociales me permiten acceder a información de calidad de aquellos temas que sí me interesan. Soy yo el que va a la noticia, y no el medio el que me la tiene que ofrecer. Mientras no comprendan esto los medios de comunicación tradicionales no ofrecerán más que basura.
Aunque concuerdo con lo estúpido que puede llegar a ser la búsqueda del like o el retweet por pura fama (y/o tráfico, que es lo que acaba generando conversiones desde la publicidad), estoy en desacuerdo prácticamente con todo lo demás. Lo que estamos viendo en estos últimos años es un cambio de paradigma en el que se hace claro que los medios tradicionales nunca han sido tan confiables y que confiar ciegamente en ellos, sus credenciales y "líderes de opinión" es probablemente más estúpido. Hoy la responsabilidad de buscar varias fuentes, pensar y utilizar el pensamiento crítico está cayendo más en lector o "público" que en alguna figura endiosada por los medios, y a la mayoría de la gente le molesta en sobremanera pensar y buscar qué comer en vez de que les den la papilla peladita y en la boca. Afirmar que este cambio de paradigma "destruyó" o "está destruyendo" internet (o hasta la cultura, hay quien llega a afirmar esta tontería) es la misma falacia superficial que afirmar que la música está siendo destruida o "ha bajado de calidad" gracias a que ahora es más fácil y barato producir desde tu casa. Creo que lo que se busca con este tipo de pensamientos es regresar a esa situación en la que lo que importa son las credenciales, los títulos, la imágen y no el contenido o producto final. Ya sabe usted, mister Abelardo, que yo te tengo cariño y admiración, pero definitivamente no estoy de acuerdo con título, gran parte del contenido y mucho menos menos con la tésis que pretende demostrar.
Hola Jorge,
Lo primero que debemos tomar en cuenta es que el usuario promedio no está consciente de esa responsabilidad que señalas. Me gustaría que así fuera… pero temas como Lucerito y Cristian Castro nos dan algunas pistas, es triste pero cada mes al menos a nivel local, los temas son de ese tipo.
En efecto cada uno de nosotros, autor y/o lector, es responsable de esa cultura. Lo que señalo, a través de la información que fui citando, es que se ha creado un sistema que ya asimiló la dinámica de la desinformación o malformación, como quieras llamarle. Aquí digamos que le damos rewind a viejas pláticas… y pienso, este no es el/la internet que conocía, donde ahora los momentos efímeros se han querido vender como sublimes y viceversa.
Se me ocurren ejemplos tan sencillos como los estudiantes de diseño que leyendo “articulillos” en blogs de marketing/social media, terminan confundiendo “branding” con “packaging” porque algún tipo que se sintió sabio y tiene muchos followers, decidió que se lo iba a explicar a la gente. No hablamos del conocimiento colectivo redefiniendo artículos de Wikipedia sino de gente que define su expertise a razón de cuántos le siguen. De medios que exigen notas muy compartidas aunque sean malas o falsas.
Si los medios (e incluso nosotros), definimos el tipo de contenido que queremos presentar (o ver) a través de la popularidad (que bien sabemos ahora hasta por LOLcats se mide), dejamos de construir, dejamos de informar, dejamos de crear, solo queremos acumular consumidores como followers.
Es obvio que iba tomando forma desde antes, cuando digo que las redes sociales están destruyendo el internet, es porque ahora perdemos la mitad del día sobre noticias irrelevantes, selfies, fotos no pedidas, excesos de información, virales… tristemente por esa competencia de popularidad.
Compara la filosofía que existe a través del buen SEO (con motores de búsqueda) y observa, y que probablemente ya conoces, todas las mañas de trending topics artificiales, bots, ventas de followers y otras cosas que abundan en las redes.
¿Que la gente también busca hacer trampa hasta en SEO? seguro… pero Google, Yahoo o el motor de búsqueda que quieras, está en constante ajuste para dejar que aparezcan los resultados que han determinado con trabajo su relevancia. Es más difícil aparecer en un buen lugar en los resultados de búsqueda entre millones que crear un trending topic local, requiere de un esfuerzo mayor crear contenido que cuentas falsas.
El problema para mi, insisto, es que la dinámica del social media está afectando las decisiones de los medios, como lo apunta O’Neil, los autores para vivir terminan generando el contenido (casi siempre “refurbished”) que más les venda en las redes, no el que sea más “educativo”. Esa es la manera más fácil de destruir el internet.
Hola Manuel,
¿Y si el público pide basura y eso te da más tráfico… qué se hace? A mi se me hace absurdo. Ahora bien, si el standard baja a razón de tener más tráfico, la simbiosis medio/lector se ve minada.
Por otro lado, con el 2% me refiero al tráfico global. En efecto un medio puede tener todo su tráfico de las redes sociales, pero eso podría indicar que no está jugando bien con los buscadores.
También vale la pena hacer notar que likes/retweets no siempre generan retorno de inversión, el artículo que justo acabas de leer es una demostración de esto 🙂
Abelardo Ojeda Flores Alatorre pero es una realidad de la vida "no virtual" (odio hacer esa "diferencia" inexistente pero todo sea por claridad en mi comentario) también. Un sistema que te obliga a "venderte", the same shit, si el sistema económico es lo que acomoda de fondo las cosas era de esperarse esto también en internet. Ahora, creo más importante que todo, la importancia de la decisión propia: tú puedes escoger qué leer y qué no leer, a quién sí y a quién, qué contenidos consumes y cuáles no, en ese sentido internet sigue siendo completamente democrática, para todos hay, tal vez sólo hay que buscar con un poquito de más filo, igual que "alla afuera" en lo no virtual. Está lleno de mierda en el arte, en los medios, en la cultura, en las noticias, en la vida… finalmente regreso a que es responsabilidad (o gusto) de cada quién buscar los contenidos que valgan la pena. Quien no lo sabe lo tendrá que aprender, o quedarse comiendo camote como lo vemos en casi todos lados, idiotizados con el pambol y la telenovela. Es lo mismo.
Jorge Hill Ruy Sánchez mejor dicho no se puede, “the same shit”… el problema de esa vida online es que sí es virtual, por acá desmenuzo otro caso: http://moccablog.com/2013/11/30/un-mundo-nos-vigila-ansiedad-y-paranoia-del-social-media
La gente se reinventa por estos lares, comenzando por el selfie y por como se autocensura o se reinterpreta en sus tweets o actualizaciones de muro, por eso creo se habla del “yo virtual”.
De acuerdo también con que depende de tú decisión… pero toma en cuenta que ahora gobiernos y medios han aprendido la dinámica para crear escenarios en redes sociales que favorezcan ciertas ideologías, acabamos de presenciarlo hace poco. Una sociedad virtual también puede ser comprada.
Abelardo Ojeda Flores Alatorre de acuerdo, tanto que en términos psicológicos también existe un yo social, muy diferente al yo que existe sólo en ti cuando estás solo. O sea que al final es "the same shit", pues, la vida "virtual" no es otra cosa que la extensión de la "vida social", hoy escribí algo más o menos relacionado, échale un ojín a ver qué opinas. http://www.animalpolitico.com/blogueros-el-congal-postapocaliptico/2014/01/10/rancherias-virtuales
Abelardo:
El problema es que el lector "promedio" siquiera hace el intento ofrecerse un filtro en cuanto a la información que consume.
Cito:
Es el sistema. los lectores son crédulos, los medios irresponsables, la basura circula y todo mundo queda contento y satisfecho.
Depende de los medios (los responsables) de mantener la postura e interacción adecuada para las partes en común. Hablas de inmediatez como un fenómeno que lleva consigo una falta de análisis. Y la falta de análisis por la falta de "tiempo" (En realidad ¿hace falta tiempo cuando tus filtros de información están bien establecidos?)
¿Responsabilidad, análisis de la información, consumo del target?
Son palabras que muchos "gurús" no desean escuchar si el propósito es masificar…
es verdad hay gente que no lee,porque no le gusta ,solo le interesa,las fotos,siendo que nota y foto van de la mano SIno que valor tiene
Le pides mucho a la gente… que en general no filtra nada 😉
[…] Ahora bien, supongo que eso no les importa porque como lo mencionaba en mi artículo sobre la destrucción del internet y las redes sociales, lo importante parecen ser los likes y los […]