En la primera parte de este artículo hablamos sobre los antecedentes históricos del vino de garage. En la segunda parte hablamos sobre los procesos de elaboración, el siguiente paso es el embotellado. Por una módica suma se puede encargar a una fábrica un lote de botellas sobre diseño. Por lo general el pedido mínimo son 50 unidades. Pueden resultar muy útiles si la elaboración de vino se convierte en un pasatiempo.
Curiosamente el corcho representa una inversión mayor, sobre todo si está ilustrado con algún motivo sobre pedido. Pocos saben que dentro de la industria vitivinícola el 10 por ciento del costo total de cada botella proviene de esta pequeña tapa extraída de la corteza del árbol del alcornoque, y puesta de moda a partir del siglo XVII por los productores de Champagne.
Aun con la llegada del corcho sintético que ha mostrado la misma efectividad en el sellado de una boquilla, los tradicionalistas del vino están convencidos de que un corcho original representa parte de la identidad del mismo. De hecho, este pequeño detalle puede catapultar o hundir, al menos en la percepción del consumidor a toda una línea de producto.
En naciones productoras de vino como Chile, donde no existen plantaciones de alcornoque, las empresas invierten más de 3 millones de dólares al mes, sólo en el abastecimiento de corchos. En otros países se han comenzado a explorar alternativas como las roscas para sellar las botellas. Sin embargo, un estudio de mercado realizado en California hace unos años, arrojó que, independientemente de su calidad, el vino tapado con algo diferente al corcho es visto como producto de baja calidad, o peor aún, en el mismo escalafón de bebidas pertenecientes a la línea conocida como coolers.
La opción para sellar nuestras botellas de vino casero dependerá por lo tanto de la disponibilidad de materiales y del alcance de nuestro bolsillo.
El vino nuevo debe vaciarse dentro de la botella por medio de un embudo hasta la mitad del cuello de ésta. El corcho se coloca ejerciendo presión, tratando de que en la operación no se agriete. Si el sellado se realiza manualmente se recomienda no utilizar corchos largos. Lo ideal es contar con una pequeña encorchadora manual para cilindros de alcornoque hasta de 26 por 45 milímetros. Este aditamento tiene un dispositivo que empuja al material de forma rápida y evita la caída de partículas al líquido.
En cuanto a la etiqueta, sería bueno darse una vuelta por la vinatería más cercana para conocer los múltiples diseños existentes. Al igual que el cartel de una película puede seducirnos para entrar al cine, la etiqueta representa el complemento más importante cuando alguien se enamora de un vino.
En contraste con las consabidas etiquetas que ostentan escudos de familia o resaltan apellidos con letras medievales, en años recientes ha habido una tendencia hacia diseños más lúdicos e incluso juguetones. A menudo encontramos ilustraciones con paisajes, animales, bicicletas, autos antiguos, edificios famosos, etcétera. En Italia fue muy nombrado hace unos años un vino cuya etiqueta exhibía a un grupo de pequeños osos vestidos de frac y compartiendo un animado bacanal.
Una vez sellado y etiquetado a nuestro gusto este primer lote de botellas, deberán guardarse, para su añejamiento, en posición horizontal dentro en un espacio libre de luz, cuya temperatura se mantenga entre los 10 y los 15 grados centígrados.
Un buen añejamiento puede marcar toda la diferencia entre degustar un vino con sabor joven y otro más sofisticado. Lo ideal es experimentar con lapsos de 30, 60 y 90 días y llevar un registro del cuerpo y el sabor resultante por cada uno. El poeta helénico Teócrito de Siracusa escribió por el año 250, antes de Cristo, que la grandeza de un vino no podía apreciarse hasta el cuarto año de añejamiento.
Es importante mencionar que a menos que se cuente con un permiso de las autoridades, es ilegal tratar de lucrar con un vino de garage. Sería conveniente leer las regulaciones sobre bebidas alcohólicas de nuestra localidad para evitar malos entendidos.
Quizá la mejor definición del espíritu que encierra el vino casero la pronunció Jean-Pierre Dionne, una de las autoridades en Francia en este pasatiempo, cuando afirmó que lo importante no es perfilar un negocio, sino mediante la elaboración, conocer la magia que esconde el vino al convertirlo en un miembro de la familia, en un amigo, un aliado y un guía hacia esos estados sensoriales donde muchos bosquejan sus sueños.
[…] la tercera y última parte, hablaremos sobre el embotellamiento y todo lo que […]
ME PARECIÓ FASCINANTE EL HECHO DE QUE SE PUEDA RETOMAR LA COSTUMBRE DE ELABORAR TU PROPIO VINO, AL IGUAL DE HACER TU PROPIO PAN. GRACIAS POR COMPARTIR SUS CONOCIMIENTOS AL RESPECTO.