¿Elaborar vino casero?
Una pregunta que toma por sorpresa a los amantes del Cabernet-Sauvignon, el Pinot Noir o el Syrah y una posibilidad que entusiasma a aquellos que se han imaginado en sus sueños más utópicos como terratenientes de un pequeño viñedo, embotellando su propio néctar bajo las caricias de un sol mediterráneo.
Sorpresa para unos, sueño hecho realidad para otros, actualmente existe un importante movimiento internacional de enólogos y viñadores aficionados que elaboran vino en sus casas y departamentos, sin importar que estén ubicados en el corazón de una bulliciosa ciudad.
Ancestralmente hacer vino para consumo personal era algo tan común como hornear pan. Sólo se necesitaba una vasija de barro, un depósito de madera, un par de telas y algunos puñados de uvas.
En la antigua Roma, las familias adelantaban por lo menos un mes su producción de vino casero. Por cada jarra que bebían ya había otra fermentado en sus despensas.
No obstante, en la era moderna, el vino se encuentra mitificado en la mayoría de los países como producto de elite, cuya elaboración y embotellamiento no sólo es privilegio exclusivo de grandes firmas, sino que responde directamente a intereses económicos que influencian el desarrollo de muchas regiones.
[one_fifth][divider_line][/one_fifth] [four_fifth_last][blockquote]Se calcula que tan sólo en Europa circulan más de 400 variedades de vino de garage
[/blockquote] [divider_adv topwidth=»0″ bottomwidth=»14″ linecolor=»#435960″ ][/four_fifth_last]En contraste, el movimiento del llamado “vino de garage”, tiene entre sus propósitos el devolver a esta bebida su tradición artesanal e incluso innovar con sabores que difícilmente serían producidos por las grandes empresas vitivinícolas, a no ser que se realizaran exhaustivos estudios de mercado entre los consumidores.
Se calcula que tan sólo en Europa circulan más de 400 variedades de vino de garage. Algunas de ellas son embotelladas dentro de artísticos recipientes y adornados con etiquetas diseñadas a menudo por pintores locales.
Recientemente un par de botellas de estos vinos cuyas etiquetas fueron realizadas a principios del siglo XX, a partir del dibujo del entonces desconocido artista Pablo Picasso, fueron subastadas en más de 100 mil euros.
Los coleccionistas saben bien lo lucrativo que puede resultar añadir a sus cavas un lote de botellas elaboradas fuera del mercado establecido. Algunos de estos vinos de boutique, realizados por viñadores anónimos en pequeñas producciones, pueden aumentar entre 3 y 10 veces su valor en menos de un año.
Pero ¿cuál es la manera de elaborar una pequeña producción vitivinícola en nuestra propia casa? Actualmente existen diversas opciones que incluyen desde el método tradicional de macerar uvas del supermercado en vasijas, pasando por técnicas semiprofesionales que utilizan sofisticados aparatos que regulan la fermentación y el nivel de taninos dentro de un depósito similar a una pequeña lavadora; llegando incluso a la siembra de uva en patios y terrazas, mediante ecotecnias que controlan temperatura, humedad y el nivel de minerales que contiene la tierra donde se plantan las vides caseras.
[one_fifth][divider_line][/one_fifth] [four_fifth_last][blockquote]Un par de botellas etiquetadas con un dibujo del entonces desconocido Pablo Picasso fueron subastadas en más de 100 mil euros
[/blockquote] [divider_adv topwidth=»0″ bottomwidth=»14″ linecolor=»#435960″ ][/four_fifth_last]En los años recientes, algunas firmas vitivinícolas y asociaciones de enólogos han impartido en España y Chile diversos talleres para hacer vino casero e incluso promocionan concentrado de uva embotellado, conocido como mosto, con el que se puede elaborar hasta 23 litros de vino, cuyo sabor dependerá del añejamiento.
En España se ha puesto de moda el turismo para viñadores aficionados, quienes pueden adquirir por menos de 100 euros, un lote de viñas y vigilarlas todo el año mediante cámaras conectadas a la web. Una vez que las uvas han alcanzado una maduración aceptable, el interesado viaja a la región para participar, bajo la guía de expertos, en todo el proceso de recolecta, maceración y mezcla de diversas variedades de cepas.
No obstante, hacer vino puede resultar también una experiencia divertida, íntima y hasta romántica, si se realiza con la ayuda de la pareja. Incluso se puede embotellar un lote propio, adornado con alguna etiqueta diseñada por ambos. ¿Te has imaginando llegar a una reunión con un vino de tu autoría?
Entre las decenas de procesos existentes, los expertos recomiendan inclinarse por los más tradicionales, aquellos que han dado resultado a la humanidad durante siglos.
En la segunda parte hablaremos de cómo elaborar el vino casero paso por paso.
Ya por favor… urge la segunda parte.. je.
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[…] la primera parte hablamos sobre los antecedentes históricos del vino casero. Ahora entraremos de lleno en su […]
Segunda parte:
http://www.daadmagazine.com/curiosidades/elaboracion-de-vino-casero-2
[…] la primera parte de este artículo hablamos sobre los antecedentes históricos del vino de garage. En la segunda […]