A veces hay que ver una mala película para encontrar un gran soundtrack
Jupiter Ascending (2015), o el Destino de Júpiter, es la última película de los hermanos Wachowski. La dupla estadounidense busca siempre temas intelectualmente estimulantes, como la relatividad del bien y del mal (Cloud Atlas), la ilusión del libre albedrío (The Matrix), y el costo de la libertad (V is for Vendetta), los universos en que nos sumergen están siempre cargados de símbolos y posibilidades que me hacen desear que sus tramas centrales estuvieran al nivel de las circunstancias que las rodean.
Júpiter (Mila Kunis) es una joven inmigrante rusa que vive en la ciudad de Chicago con su familia y dedica su vida a hacer el aseo en lujosos departamentos que contrastan con la apretada casa en la que vive con su madre, sus tíos y sus primos. Es de suponerse pues, que la hermosa chica odie cada día de su vida. Pero, como en toda película de ciencia ficción, nuestra protagonista está a punto de embarcarse en una odisea más grande que ella, que su mundo e incluso que su planeta. Los tres herederos de una de las familias más poderosas del universo tienen planes para la inocente Júpiter, cada uno con un esquema muy distinto. El mayor y más poderoso de los tres la quiere muerta, el menor manda a rescatarla a manos de un caza recompensas llamado Caine Wise (Channing Tatum) que hará hasta lo imposible por mantener a la hermosa chica viva y fuera de peligro, ignorante de las oscuras intenciones de su jefe y finalmente la hermana interviene para tratar de saldar deudas personales con su madre.
Quizás en papel la trama no suena tan terrible, ya hemos visto algunas películas con sinopsis extrañas que han resultado ser excelentes: Guardians of the Galaxy, John Carter, etc. Desgraciadamente en el caso de Jupiter Ascending la historia no es una adaptación de un cómic, por lo tanto corre el riesgo de ser una historia subdesarrollada, y lo es. Las relaciones entre los personajes son superfluas y poco entrañables. Las razones de Júpiter para decir que sí a todo se me escapan constantemente ya que no tienen mucho sentido, y los esquemas de la realeza intergaláctica resultan casi risibles; si tienen tanto poder cómo pueden ser tan ineficientes.
Pero honestamente, el problema más grande con esta película es el casting. Puedo entender que hayan elegido a Mila Kunis como protagonista, —sí, es guapa— y no, no es buena actriz; de hecho es bastante terrible, pero lleva público al cine, y Channing Tatum ha hecho papeles bastante honrosos en películas de variado calibre (Magic Mike, Fox Catcher), pero el trío de injertos que seleccionaron para ser antagonistas (los tres hermanos) parecen sacados de alguno de los capítulos más decadentes de Buffy La Caza Vampiros. Ninguno de los tres es capaz de sostener una línea de diálogo sin que se escuche barato, vaya, no pueden ni sostener la mirada lo suficiente para creer lo que dicen, tan sólo verlos me hizo varias veces querer cambiar el canal, lástima que no estaba viendo tele.
Siendo justos, no todos los actores de reparto son malos, Sean Bean hace un increíble trabajo en hacernos regresar al cine, lástima que su papel es pequeño y sólo aparece en algunas escenas. Doona Bae (Cloud Atlas) regresa en un papel pequeño pero bien definido. De igual manera el crew que acompaña a Bae y a Tatum hacen un trabajo decente. Lo que no entiendo es cómo los productores decidieron gastar millones de dólares en música, efectos, locaciones, etc. y contrataron a actores de quinta para ejecutar lo importante.
Me da la impresión de que los Wachowskis ya ni siquiera son supervisados a la hora de vender sus guiones a las productoras. Sí, tienen buenas ideas, pero no están bien desarrolladas. Cloud Atlas también fue un desastre por no tener un guión bien afinado. Para muestra, en Jupiter Ascending hicieron exactamente lo que el manual dice que nunca hay que hacer con un protagonista: empujarlo por la historia contra su voluntad. Júpiter no toma una sola decisión hasta bien pasados los 90 minutos, y eso es muy aburrido, no importa cuántas secuencias de acción pongan en medio, si las decisiones de la protagonista no afectan la historia entonces la historia y su protagonista me importan tres pepinos.
Además, los maestros de guión siempre insisten en que hay que buscar al personaje que más tenga qué cambiar y aprender de su viaje, y Júpiter es más bien una niña bonita que deambula por la película con cara de qué hago aquí, y varias veces me hizo preguntarme, ¿qué hace ahí? No tiene ninguna gracia, no es muy lista, no es muy hábil, no sabe hacer nada que la haga especial y prácticamente empieza y termina su recorrido parada en el mismo lugar… ah, pero es que es la heredera universal de la tierra, plop. Quizás hubiera valido la pena que le dieran más vueltas al guión y hubieran elegido una mejor protagonista antes de empezar a filmar.
Por otro lado, los aspectos técnicos de la película son de una factura irreprochable. Los efectos visuales vibran en todo momento llenando la pantalla de colores, destellos y transiciones espectaculares, las secuencias de acción están perfectamente bien planeadas e hilan los recorridos de los protagonistas de manera coherente, y el soundtrack de Michael Giacchino es realmente glorioso, de lo mejor que he escuchado en los últimos años, es poderoso, contundente, transparente y lleno de arreglos estimulantes. Si por algo vale la pena ver esta película es para poder escuchar el sonido magistral que el compositor ha logrado con la orquesta en coyuntura con el diseñador de audio, una verdadera joya.
VEREDICTO
Jupiter Ascending es una película palomera, con algunos temas interesantes pero que al final no cumple la promesa inicial. Las relaciones de los personajes son pobres y la trama es incluso estúpida por momentos. Sin embargo, la producción técnica es de primera. Si lo tuyo son los efectos especiales y la buena música, quizás vale la pena darle un vistazo.
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