El eterno retorno. Construcciones y derrumbes.

Yona Firedman

El concepto de Arquitectura, casi siempre emparentado a la creación de espacios cuya funcionalidad radica en lo habitable, puede ser también un término relacionado con cierta estructuración o configuración de algo. Un texto, una idea, un concepto o la misma definición de una palabra como Arquitectura, misma que, tal como todo espacio delimitado materialmente, necesita de un esqueleto arraigado a una raíz (cimiento – ideología) para mantenerse en pie.

Toda edificación se construye y se destruye. Se crea al rededor de un principio claro, mantenerse en pie pese a la irremediable fuerza de gravedad. Contrapunto de dos fuerzas, aparentemente, antagónicas.

En Arquitectura sin construcción, exposición presentada por Yona Friedman (Hungría, 1923) en el Museo de Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM del 26 de enero al 2 de junio del 2013, se plantea la posibilidad de reflexionar el espacio arquitectónico como un ente sin cuerpo aparente. No sólo como un contenedor, sino como un proyecto en posible cambio. Planeación y azar.

En Los irrespetuosos, exposición colectiva presentada en el Museo de Arte Carrillo Gil del 30 de noviembre del 2012 al 28 de abril del 2013, las estructuras que erigieron al museo como construcción que legitima procesos creativos en el denominado mundo del arte se hacen aparentes, tal como las cuarteaduras de una mampara se muestran junto con su cara oculta. Aquel rostro que no se maquilla con un blanco vacío que tiene que ser llenado con cédulas, hojas de sala y alguno que otro objeto. ¿todos textos? Edificaciones.

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En Arquitectura Sin Construcción se plantea la posibilidad de reflexionar el espacio arquitectónico como un ente sin cuerpo aparente

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Arquitectura sin construcción, muestra claramente la postura de Friedman, en cuya ideología “las estructuras sirven para facilitar la libertad”, por tanto, “las expresiones de libertad pueden ser apreciadas en un sentido abstracto, en permitir lo aleatorio y aceptar la imposibilidad de hacer predicciones.”[1]

Lo anterior, puede relacionarse con la obra de Bartolomé Ferrando, Texto Poético No. 6. Propuesta para visitar un museo, escrito incluido en Los irrespetuosos y dónde se plantea, de manera lúdica, una suerte de instructivo para tener una experiencia estética en los confines del espacio arquitectónico museográfico.  El mensaje versa de la siguiente manera:

Caminar hacia un museo, al llegar la puerta de éste, no entrar y recordar el roce efectuado por nuestras pisadas cuando caminábamos. Recuerde todas las cosas que pueda y anótelas ordenadamente a medida que vayan apareciendo… Haga un museo personal con todo ello, entre de vez en cuando y cámbielo todo de sitio. Robar el edificio de un museo y salir por la puerta.

Friedman “plantea al museo como un ensamblaje flexible de soportes para exposiciones cuyo contenedor no tiene, necesariamente que ser un edificio” [2]  Ferrando, explora los límites del espacio museográfico, al desmaterializar el objeto de construcción, que a su vez funciona como contenedor de entes diversos. Ambos invocan lo contingente, lo mutable en contraposición a lo instituido. La figura del “artista” como genio creador de reliquias contemporáneas a resguardo en el museo contenedor.

Las estructuras se rompen, la habitación será demolida para dar paso a una nueva. Aquella donde el museo esté en nuestra mente, no en el dentro o el afuera del embalaje arquitectónico, del contenedor de íconos o la vitrina histórica.

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Para la tradición bizantina, el ícono era manifestación divina, vehículo de la divinidad a ser guarecido en el iconostasio

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La exposición de Friedman muestra diversos contenedores de acrílico con una medida aproximada de 30 x 60 cm.  Cada uno de ellos, con objetos disímiles en su interior. Muñecas, dibujos, letras, un globo terráqueo, juguetes, radios, cámaras y demás cosas que se muestran aparentemente inconexas. ¿Un muestrario de posibilidades semióticas?

Para la tradición bizantina, el ícono era manifestación divina, vehículo de la divinidad a ser guarecido en el iconostasio. En la tradición cristiana medieval, la reliquia era la materialización de la virtud moral, y necesitaba de un relicario para ser contenida.

En Arquitectura sin construcción, Friedman introduce el concepto de Iconostasio, materializado en estructuras metálicas flexibles que fungen como espacio de exhibición. Éstas se muestran como una instalación geométrica de gran formato desde el cual cuelgan televisores donde pueden observarse videos con diversas propuestas teóricas del arquitecto Húngaro. En contraste, las cajas de acrílico, situadas a unos cuantos metros, funcionan como espacio, casi improvisado, de exposición. ¿De construcción?

 

En Los irrespetuosos, la edificación de lo institucional se devela mediante prácticas iconoclastas. Un joven de unos 25 años, entra corriendo a una galería del Pompidou donde se encuentra expuesto un cuadro de Piet Mondrian, connotado pintor miembro del movimiento De Stijl. Justo al entrar deja su cámara en el piso, saca una lata de pintura y “retoca” los cuadros colgados en un muro blanco manchado con una línea curva que se presenta como extensión de retoque a los lienzos.

De esta manera, Iván Argote (Bogotá, 1983) destruye con un acto de apropiación, a la vez que se auto establece como contra cultura. El “artista rebelde” que atenta contra la tradición. Creador urbano que no busca llenar aquel espacio en blanco entre los colores primarios utilizados por Mondrián, sino transgredir lo público. La noción universal del “gran arte”. El fuera desde adentro.

¿Quién construye?, ¿Qué se destruye?, ¿dónde está el cuerpo del delito?, ¿Qué relación existe entre la ampliación del campo arquitectónico y el proceso mismo de creación y en qué sentido la develación de éste es un acto anti institucional?

Uno espera la edificación en términos habitables, transitables. Sin embargo, sin darnos cuenta esperamos dentro de ellos mismos. De nuestra propia auto configuración y devenir como actores sociales. De nuestro papel como público en el juego de poder que establece el mundo del arte.

 


[1] (“Structures always serve to facilitate freedom […] Expressions of freedom can be discerned in an abstract sense, in permitting randomness and accepting the imposibility of making predictions”) Yonna Friedman. http://www.yonafriedman.nl/?page_id=1122. Fecha de consulta: 20 de marzo del 2013.

[2] Museo Universitario de Arte Contemporáneo, “Yona Friedman: Arquitectura sin construcción” en Guía, Núm 4, México, D.F., Febrero – Mayo, 2013, p. 10.




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